sábado, 15 de septiembre de 2012

Que cada viaje sea una aventura y no un riesgo…



Todo depende de nosotros, los motociclistas…
Un mapuche medio loco así lo cree…



Para nosotros, los motociclistas, es importante poder visualizar cuál es el riesgo que corremos en la ruta por acciones propias, porque eso nos permitirá actuar preventivamente evitando que se transforme en daños. El manejo deberá pasar de Defensivo a Reflexivo, porque pensar en nuestras conductas es lo que nos mantendrá a salvo de sufrir, o provocar, daños.



Las distracciones: ¿Te pusiste a pensar cuánto tiempo pasas sin darle mucha importancia al tránsito?

Estas se generan por acciones propias (pensar en otra cosa, atender el celular, etc.) o por circunstancias del medio que nos distraen (carteles, accidentes, chicas lindas, etc.) y provocan que perdamos conciencia del acto que realizamos, exponiéndonos a cometer errores que pueden provocar, o provocarnos, daños irreparables. En la ruta genera que recorramos muchos metros sin advertir lo que está ocurriendo alrededor

Los apuros: ¿Por qué apuramos nuestra marcha algunas veces?

Generalmente sentimos que el tiempo no nos es suficiente para cumplir con la meta horaria del viaje. Esto puede ocurrir porque diagramamos mal el viaje, sin tener en cuenta las alternativas del tránsito o inclemencia del tiempo, o solamente porque nuestra ansiedad nos hace sentir que estamos atrasados. ¿Estamos realmente tan apurados?

Desarrollar cualquier tipo de actividad cansado, es un factor de riesgo importante que atenta contra el éxito de la acción, pero si se trata de conducir una moto, es especialmente peligroso porque pequeños instantes de sueño pueden atentar contra nuestra propia vida y la de los demás.

El manejo errático: ¿Imaginaste como sería conducir sin saber que van a hacer los demás?

Conducir una moto en forma zigzagueante, con cambios de carriles o de velocidades frecuentes, aumentan considerablemente las posibilidades de generar hechos dañosos, porque provoca desconcierto en aquellos que deben actuar en consecuencia de nuestros movimientos.

Todos y cada uno de los que transitamos en la vía pública, necesitamos interactuar con los demás, poder anticiparme a lo que van a hacer o anticipar mis movimientos es la garantía de mi seguridad. Con mayor razón nosotros, los motociclistas.

La ingesta de alcohol: ¿Te imaginas interactuando en la vía pública sin conciencia de tus actos?

Esta sustancia genera distintas consecuencias en nuestro organismo, según sea la cantidad consumida. A pesar de tener conciencia de lo que estamos haciendo, porque hemos consumido poco, actúa como desinhibidor y asumimos mayores riesgos que no siempre podemos controlar.

Si la cantidad es mayor, actúa sobre nuestros movimientos, nuestros reflejos y nuestras decisiones exponiéndonos al riesgo, sin posibilidad alguna de actuar para evitar el daño.

Excesos de Velocidad: ¿Imaginaste la energía que genera una de nuestras motos a altas velocidades?

Esta energía (1/2.m.V2) se altera exponencialmente con la velocidad. Es esta una de las principales causas de muertes en la vía pública, generalmente no percibimos cual es el daño que puede originar una moto cuando choca a cierta velocidad.
Si es con un peatón a escasos 50 Km/h provoca la muerte o daños irreparables, y si es con otro vehículos debemos sumar la velocidad del otro. Además de los daños del impacto, perdemos el dominio de la unidad pudiendo sufrir o provocar daños mayores

Transgredir las normas de tránsito: ¿Sabías que el objetivo de las normas de tránsito es cuidar a las personas?

Las normas de tránsito han sido creadas pensando exclusivamente en la seguridad de las personas, todas y cada una de ellas nos protege de posibles hechos dañosos.

No respetarlas pone en riesgo al que la incumple y a todos los que lo rodean. Más del 70% de los accidentes fatales verifican el incumplimiento de una norma de tránsito.

Adelantamientos indebidos y excesos de velocidad son las mas comunes y peligrosas

La utilización del celular: ¿Sabes que llamada te puede salvar la vida?
(La que no hagas o recibas conduciendo una moto)

Esta acción es tan peligrosa como frecuente y su habitualidad hace que no percibamos el real riesgo al que nos exponemos por el uso del celular.

Está comprobado que el grado de desatención que genera es mayor que el de la alcoholemia de 1 mg/l de sangre. Para llevar adelante una conversación telefónica es necesario utilizar el 80% de nuestra atención, y esto implica que, mientras lo hagamos, no tenemos posibilidad de interpretar otras señales del entorno.

Si se produce un imprevisto no podremos actuar en consecuencia y también debemos pensar que, lamentablemente, muchos otros conductores que nos rodean cometen este error.

No señalizar nuestras acciones: ¿Pensaste en el valor de saber que harán los demás a tu alrededor?

La falta de costumbre de la señalización de los movimientos nos ha hecho perder de vista la importancia de una acción sencilla y eficaz para evitar hechos peligrosos en las rutas.

Señalizar permite, a los demás, poder anticiparse a nuestros movimientos y actuar en forma preventiva. Anticiparse pocos segundos en las maniobras de la ruta, implican muchos metros y puede salvar vidas.




Espero que les sirva a mis amigos motociclistas...y como siempre, desde Quilmes les mando un saludo…

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