Aprender a conducir una moto realmente no se consigue
superando un examen teórico y práctico. Además de conocer las reglas del juego,
habilidades y actitudes necesarias para evitar riesgos ante cualquier
imprevisto, es importante tener una visión conocida y real de nuestro entorno.
Manejar los mandos de una moto requiere además una preparación previa, responsabilidad
que tiene que inculcarse durante el proceso de aprendizaje…
Cuando vamos montados en ruta, tenemos que ser conscientes
de la necesidad de una toma de decisiones de manera continua, precisa y libre
de cualquier emoción o sentimiento que pueda desviar nuestra atención. No se
trata de la exposición de la buena conducta como única garantía de éxito ni
nada por el estilo. Es, simple y llanamente, circular como lo hacemos a diario
pero con una identidad propia que defina nuestro comportamiento en sociedad…
La manera de conducir tu moto es un reflejo de quién eres, o
de quién quieres ser…
Saludos desde Quilmes a todos los que lean esto…
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