Los peatones, son los usuarios de
la vía pública más vulnerables. Debes tener con ellos por lo menos el mismo
nivel de precaución y respeto que exiges tú, motociclista, a los coches.
Circula siempre despacio y con
especial atención en todos aquellos entornos donde puedan irrumpir peatones súbitamente
en tu trayectoria: Calles con vehículos estacionados
junto a la acera, contenedores que tapan la visión del paso de peatones o de la
propia vereda, kioscos, vallas publicitarias, paneles informativos o señales de
tráfico, mobiliario urbano, carteles de Macri, etc.
Mantener una velocidad inadecuada
(aunque sea legal) en estos entornos, aumenta muchísimo el riesgo de atropellar
a un peatón.
Mucho cuidado también cuando
circules cerca de veredas con peatones, sobretodo en circunstancias de alto riesgo:
niños jugando a pelota, aceras estrechas que obligan a bajar a la calzada para
ceder el paso a otra persona, etc.
En estas circunstancias tu
atención debe ser más bien de tipo difuso, para que puedas captar diferentes
estímulos a la vez.
Tu visión debe actuar como una
especie de escáner que vaya comprobando las áreas del entorno por las que puede
irrumpir un peatón.
Dos dedos en la palanca de freno
delantero y el pulgar izquierdo en la bocina completarán una eficaz “estrategia
anti-atropello”.
Cuando subas a una vereda debes
hacerlo empujando la moto, y si ello no es posible (pendiente pronunciada, moto
pesada,...) circular como máximo a la velocidad de un peatón y respetando su
prioridad. De no hacerlo así, estarías poniendo en peligro a las personas que
caminan tranquilamente por ella.
Nunca te fíes que el peatón te ha
visto y no va a cruzar.
Siempre que dudes tendrás que
reducir la velocidad e incluso detenerte si es necesario, aunque el peatón no
tenga prioridad de paso. Hay peatones que no ven bien o tienen pocos reflejos
(atención especial a los ancianos) caminan despistados, no tienen conciencia de
peligro (cuidado con los niños), no saben juzgar adecuadamente tu velocidad y
la distancia que te separa de ellos o simplemente no tienen en cuenta que por
las calles también circulan motos además de coches.
En estas situaciones, además de
reducir la velocidad, vale la pena tocar brevemente la bocina como señal de
aviso.
Los lugares donde se producen más
atropellos de peatones son los cruces
(50% del total) y los pasos
regulados por semáforos (38% del total).
Tienes que extremar la prudencia
en estos casos, reduciendo la velocidad y aumentando el nivel de atención.
En algunos pasos de peatones hay
obstáculos que te impiden ver si cruza alguien.
No caigas en la tentación de
aprovechar el “hueco” para colarte mientras no estés completamente seguro de
que puedes hacerlo sin peligro.
Siempre que el vehículo que
tienes delante frene ante un paso de peatones tienes que frenar tú también,
aunque no veas a nadie cruzando.
Es posible que el propio coche te
oculte al peatón, sobretodo si se trata de un niño o de una persona de poca
estatura.
Incluso si el vehículo frena
bruscamente sin causa aparente en una zona en la que no hay paso de peatones,
es recomendable reducir también la velocidad, por si acaso.
Es posible que un peatón esté
cruzando justo en ese instante por delante del coche que lo oculta a tu mirada.
Circulas por una calle con dos
sentidos de circulación, el tuyo está libre y el de sentido contrario lleno de
coches parados: al acercarte a un paso de peatones deberás reducir la velocidad
y aumentar la atención. El motivo es que un peatón, pensando que puede cruzar
sin peligro, quizás decida hacerlo entre dos coches que podrían ocultarlo a tu
mirada.
Cuídense…
…y como siempre, …
Saludos a todos los que lean esto…
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