No me gusta circular muy cerca de
otros vehículos, y menos aún si son grandes y pesados. Pero a menudo en la
ciudad, al menos acá en Quilmes no hay más remedio que hacerlo…
Lo que intento siempre es decidir
con qué automóviles comparto ese espacio de terreno, en qué momento y sobretodo
a qué distancia de mi moto estoy dispuesto a mantenerlos.
Lo esencial para esta tarea:
gestionar mi propio espacio de seguridad, frenando, acelerando o modificando mí
trayectoria es la mejor estrategia para circular con seguridad rodeado de
coches.
Cuando adelantes a otro vehículo
procura hacerlo a la mayor distancia posible, incluso desplazándote un poco
dentro de tu propio carril, siempre que ello no implique acercarte más de la
cuenta al resto de automóviles.
Durante la maniobra de
adelantamiento tu velocidad respecto al vehículo que rebasas no debe ser ni
excesiva ni insuficiente:
- Si fuera excesiva no dispondrías apenas de tiempo para evitar una posible maniobra del otro vehículo, al margen de que las consecuencias del impacto serían más graves.
- Si fuera insuficiente (circular casi a la misma velocidad que el vehículo que pretendes adelantar) la maniobra duraría demasiado, incrementándose el riesgo de choque.
Cuando circules en paralelo entre
coches en movimiento, debes procurar siempre mantener una distancia lateral de
seguridad suficiente que te permita reaccionar frente a eventuales maniobras
imprevistas de los demás automóviles, por ejemplo cambios de carril.
Como norma general recomiendo
circular por el centro del carril porque así te mantienes a más distancia de
los otros vehículos, aunque a veces sea preferible desplazarte ligeramente a un
lado de tu carril para aumentar la visibilidad más allá del coche que te
precede.
Cuando los coches están parados y
circulas entre ellos, tendrás que hacerlo a poca velocidad (máximo a 20 Km/h) y con especial
atención a los ocupantes, para poder frenar a tiempo en caso de que te abran
una puerta (otro de los accidentes “clásicos” en el centro de Quilmes…jajaja!!!!).
La mayoría de ocupantes de coche que abren la puerta lo hacen en un espacio por
el que no puede pasar un coche, pero si una moto. El problema es que casi nunca
toman antes la precaución de comprobar la posible presencia de una motocicleta
a punto de rebasarlos. Hay que vigilar especialmente las puertas de los
pasajeros cuando el coche está parado cerca de la acera derecha.
Al circular entre coches parados
deberás tener cuidado también con la posibilidad de que algún ocupante saque el
brazo por la ventanilla, comportamiento muy habitual en verano. Es frecuente,
por ejemplo, la costumbre de mantener el cigarrillo fuera del coche para evitar
que el humo invada el habitáculo: el gesto de lanzar la colilla fuera (en lugar
de apagarla en el cenicero, que es lo que se debería hacer), dejar caer la
ceniza o simplemente ponerse el cigarrillo en la boca puede provocar el impacto
de tu moto contra el brazo del fumador. Para evitarlo, además de circular a
poca velocidad deberás hacerlo a la mayor distancia posible de los coches.
Tienes que procurar anticiparte a
estas situaciones, frenando, acelerando o cambiando de carril para dejar
espacio suficiente al coche y así evitar una posible colisión. Si eres tú quien
tiene que esquivar tendrás que prever y realizar también con suficiente
antelación la maniobra más oportuna.
Los coches a menudo no son
conscientes de estar invadiendo tu carril.
Una situación típica de alto
riesgo es circular en paralelo cerca de un coche por una calle ancha que sigue
una trayectoria curva, porque es posible que invada inconscientemente varios
carriles, al seguir prácticamente en línea recta.
Esto es aún más probable si los
carriles no están señalizados en el pavimento, ya que sin referencias hay
conductores que tienden a saltarse inconscientemente uno o más carriles
teóricos.
En estas situaciones la mayor
estrategia es la anticipación combinada con el control del espacio.
Procura calcular con antelación
las posiciones relativas de tu moto y las de los vehículos que tendrás en ambos
laterales mientras giras, adecuando tu velocidad y trayectoria de manera que no
coincidas con ninguno de ellos circulando en paralelo o al menos lo hagas a una
distancia suficiente.
Como en el caso anterior, en las
rotondas es muy importante controlar el espacio que te separa de los demás
vehículos. Podrían interferir involuntariamente tu trayectoria. En estas
situaciones algunos conductores tienden también a seguir una línea recta en
lugar de curva. Esto comporta el riesgo de “llevarse por delante” al inexperto motociclista
que no ha previsto esta eventualidad con un correcto control de su espacio.
Pero incluso en línea recta hay
vehículos que pueden invadir inconscientemente tu carril, a menudo debido a la
falta de atención al conducir.
En estos casos les advertirás de
tu presencia con un breve bocinazo, preparándote también para alejarte del
vehículo en cuestión acelerando, frenando o cambiando de carril si es
necesario.
Desconfía cuando circules detrás
de un automóvil que se mueve a una velocidad demasiado lenta o siguiendo una
trayectoria errática: puede que esté buscando estacionar o que se haya perdido
e intente orientarse. Es probable que gire o frene bruscamente en cualquier
momento, porque en estas circunstancias los conductores (incluso los más
prudentes) suelen destinar casi el 100 % de su atención a solucionar el
problema, olvidando por unos instantes todo lo demás. Intenta mantener una
distancia de seguridad lo mayor posible, incluso adelántalo si puedes hacerlo
sin peligro, aunque prestando en todo momento una especial atención a sus
evoluciones.
Cuando circules por vías rápidas
en una moto de pequeña cilindrada, considerando que la mayoría de automóviles
te acabarán adelantando, recomiendo:
Circula siempre por el carril de
la derecha, pero por el centro del carril.
La costumbre que tienen muchos motociclistas
de circular cerca de la banquina, con la intención de facilitar que los
adelanten vehículos más rápidos, sólo consigue que éstos lo hagan sin cambiar
de carril, con el resultado de que se acerquen demasiado (bastante menos de los
reglamentarios 1,5 metros),
provocando una situación de alto riesgo.
No obstante, te recomiendo
también controlar periódicamente por tu retrovisor la aproximación de otros
vehículos, para apartarte hacia la derecha sólo si no respetan tu distancia de
seguridad, como último recurso.
En avenidas de más de dos
carriles circular por un carril lateral en lugar de los centrales tiene la
ventaja de que así el motorista sólo debe controlar los vehículos a uno de sus
lados.
Los motoristas tendemos a
circular por los carriles laterales mientras los coches suelen circular por los
centrales.
Pero esta estrategia también
tiene inconvenientes: los coches pueden interferir la trayectoria de las motos
cuando quieren girar.
Otro inconveniente de circular
por el carril lateral es que deberás estar más pendiente de la vereda por si
cruza un peatón o un coche pretende salir del garaje. Tienes que evaluar en
cada momento cuál es la mejor opción para tu seguridad.
Personalmente prefiero circular
por los carriles laterales siempre que puedo, porque me siento mucho más seguro
al tener libre de coches uno de mis “flancos”.
Saludos a todos los que lean
esto…
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