Las dos ruedas de nuestra moto, como todos sabemos,
representan el único punto de contacto entre el nosotros y el asfalto de la
ruta.
Por lo tanto, si llegáramos a sufrir un famoso reventón, esto puede
significar la pérdida total del control de nuestra moto y una muy pero muy
probable caída. Una situación de suma emergencia que es imprescindible prevenir
a toda costa… ¿No les parece?
Los neumáticos de una moto pueden describirse teniendo en
cuenta muchos parámetros: precio, durabilidad, sonoridad, agarre, impacto en el
consumo, comodidad, etc… También depende de si estamos hablando de condiciones
de asfalto seco o mojado. Para cada necesidad específica hay un neumático
concreto que maximiza las prestaciones, y aquí empiezan las diferencias entre
la competición y la “vida normal”. En nuestra vida diaria le pedimos al
neumático que se comporte lo mejor posible dentro del abanico de posibilidades
que nos vamos a encontrar cada vez que nos movamos dentro de nuestro entorno…
Mientras que al contrario, las condiciones de competición
son concretas por lo general (llueve o no llueve, el asfalto tiene más o menos
agarre…) y por eso se puede uno permitir elegir la mejor opción de neumático,
por ejemplo el neumático liso o slick, perfecto para condiciones de asfalto
seco. Tiene la mayor superficie de contacto con el asfalto y proporciona más
agarre y tracción que otros neumáticos con más “dibujo”, siempre que no haya
humedad de por medio. Si las condiciones fuesen asfalto mojado, muy mojado,
entonces se podría pensar en el neumático con mayor dibujo, el que más agua
desalojase por unidad de superficie y unidad de tiempo. Lo mismo si hablamos de
tierra, piedras, barro o incluso nieve… Las condiciones pueden ser cualesquiera
pero las sabremos de antemano mientras que en el día a día serán imprevisibles.
No ocurre eso en la “vida normal” ya que un día llueve y al siguiente sale el
sol… Jajaja!!! Por ello no utilizamos neumáticos del tipo slick…
Tratemos de mantener la presión correcta y cambiar los
neumáticos cuando el dibujo empiece a estar desgastado (generalmente con una
profundidad de 1.6mm estaría bien, pero no olvidemos que cualquier cosa por debajo
de 2mm debería considerarse un peligro para todo motociclista…)
Ahora bien, en el caso del famoso reventón en ruta ¿Qué es
lo que podemos hacer? Lo que generalmente se propone siempre es mantener firme
el manubrio ya que es primordial para mantener el control de la moto en la
medida de lo posible... (Obviamente… Jajaja); finalmente frenar simulando un
ABS humano con la moto para no bloquear las ruedas… Hoy día, algunas de las
motos (Las más nuevas) ya incorporan el sistema ABS que se encarga de dosificar
la fuerza de frenado para evitar dicho bloqueo de cualquiera de las dos ruedas…
A los neumáticos de nuestra moto le podemos pedir muchas
cosas: que sean asequibles, que nos duren muchos kilómetros, que sean cómodos,
que no tengan excesiva sonoridad. Pero una de las más importantes es que nos
AGARRE al asfalto, que sea capaz de ayudarnos activamente a corregir un pequeño
error, un imprevisto, de forma que consigamos recuperar el control que
perdimos, o que consigamos detenernos antes con total seguridad…
Recordemos que la presión en el neumático de una moto
tendremos que revisarla al menos una vez a la semana si la usamos a diario o si
no, cada vez que vayamos a salir con ella…
Bueno amigos… No los aburro tanto por este día… Jajaja..!
Me despido como siempre dejando un abrazo y un deseo…
Buena vida.., buena ruta…!
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