viernes, 31 de enero de 2014

Uso responsable del GPS

Les pregunto algo: ¿Para un motociclista, la tecnología es buena o mala?
Lo que obviamente respondería la mayoría es que todo depende del uso que le demos… ¿No les parece? Y, en ese sentido, el uso de los famosos “GPS” no es una excepción… (Yo mismo suelo utilizarlo, y mucho, en la foto puede verse incrustado en el manubrio)
No obstante, imaginen…, un aparato mostrando información muy cerca de nuestro campo visual -y, lo que es peor, ofreciendo pulsar la pantalla táctil o botones- es una DISTRACCIÓN EN POTENCIA. Y todos sabemos cómo se pagan las distracciones en la ruta. Por lo tanto aprender a hacer un uso responsable del GPS es algo vital si queremos llegar sanos y salvos al destino que voz robótica nos indica… (El mío tiene la voz de Jésica Cirio) Jajaja!!! Y bue…
Seguramente ya se dieron cuenta a donde apunto con esta publicación…
Tener que convivir con las nuevas tecnologías se ha convertido en una constante en nuestras vidas. Para llegar a destino ya no miramos a las estrellas, ni usamos mapas imposibles de plegar… lo que tenemos al alcance de la mano es justamente un tipo de tecnología relativamente nueva aunque algo peligrosa respecto de la conducción y las distracciones que estos “aparatitos” suelen enfocar. En este punto entonces cambiaría mi pregunta ¿Cómo podríamos convivir mejor con los GPS?



Sería necio de mi parte y hasta estúpido negar que un uso IRRESPONSABLE de estos aparatos incrementen los riesgos que nos acechan en la ruta.

El riesgo principal del uso del navegador es su configuración. El GPS es un aparatito complejo, cuya interfaz de usuario dispone de multitud de opciones. Y tiene que ser así, no hay forma de simplificarlo mucho más; porque debemos ser capaces de utilizar su interfaz para elegir a qué punto de toda la Tierra queremos dirigirnos. Por lo tanto, la configuración del aparato requiere redirigir hacia él de buena parte de nuestros recursos, tanto físicos (las manos) como cognitivos (la atención).

Es más que obvio para cualquier motociclista que una actividad compleja y sensible como la circulación a los mandos de la moto requiere de la plena disposición de todos los recursos mencionados. En cuanto a los recursos cognitivos, desviar la atención de la ruta puede impedir que veamos un cambio en las circunstancias; un cambio al que deberíamos reaccionar, y si estamos distraídos aunque sea en solo un porcentaje no lo haremos. No sólo eso, sino que además nuestra mente tarda un poco en cambiar de contexto; no es instantáneo dejar de pensar en el GPS y recordar qué estaba haciendo en la ruta… (Son microsegundos nada más… pero a veces, la vida depende de ellos)

Todos los motociclistas también sabemos que conducir una moto es una de las pocas actividades en que cooperan de forma coordinada las cuatro extremidades. Si tenemos una de ellas comprometida en el manejo de un aparato secundario, incluso si nos percatamos de un peligro, no podremos reaccionar con plenitud.

El déficit de disponibilidad de ambos tipos (COGNIGTIVOS y FÍSICOS) de recursos es simultáneo. A causa de la distracción, tardamos más tiempo del normal en iniciar una reacción. Y a causa de tocar el GPS andando en la ruta, tardamos más tiempo en ejecutar la maniobra de emergencia por ejemplo. Ello incrementa, de forma potencialmente letal, el tiempo que transcurre hasta que finalmente realizamos la maniobra que nos podría haber salvado la vida.

Otro riesgo, creo yo, es la creencia ciega en las indicaciones del aparato. El tráfico es un ente dinámico, cambia segundo a segundo. Incluso la ubicación y sentido de circulación de las rutas cambia de vez en cuando, según obras y proyectos urbanos o accidentes. Que el GPS indique que se debe girar a la izquierda no significa necesariamente que sea posible girar a la izquierda. Lo que digo es, el GPS no puede suplantar la observación del entorno y de las señales. Y, en caso de conflicto entre indicaciones y realidad, es obvio indicar que deberemos seguir lo que dice la realidad… Jajaja!!!

El punto principal, creo yo, de la cuestión está en el USO RESPONSABLE del GPS, y eso empieza por utilizar el navegador cuando realmente lo necesitamos. Si vamos por una ruta que conocemos, es mejor apagar el aparatito…

Quizás una forma menos drástica de evitar la convivencia entre conducción y navegación es delegar el uso del GPS a nuestro compañero de ruta (Acompañante pasajero que llevamos atrás… jajaja). Obviamente, ese alguien debe ser capaz de manejarlo… A veces resulta necesario mirar con detalle el mapa para desentrañar una orden de audio algo imprecisa. En estas circunstancias, el copiloto puede realizar las comprobaciones necesarias y dar una instrucción mucho más precisa: el famoso “por ahí” Jajaja…!

En todos los casos lo mejor de lo mejor es configurar el GPS antes de salir a la ruta… Y, si nos vemos obligados a tener que modificar la programación del aparato durante el trayecto, esperaremos a poder DETENERNOS con seguridad para hacerlo. Eso no significa pararse en el medio de la calle o de la ruta, sin miramientos… Lo haremos tranquilos en la banquina con balizas puestas… Avisar al resto del tráfico de que lo vamos a hacer, y dejar la moto donde esté a salvo. Cuando estamos de forma completamente segura tenemos permiso para dejar de centrarnos en los mandos de la moto, y ponernos a juguetear con el GPS.

Seguramente todas estas ideas pueden parecer obvias. Pero hay tantas cosas que deberían parecer obvias y para muchos aún no lo son…

Sintetizando un poco es muy sencillo. Se trata de hacer un USO RESPONSABLE de todo. El uso responsable del GPS nos permite disfrutar de un mapa interactivo, que no sólo nos dice las rutas que existen, sino que además sabe donde estamos en cada momento, además de muchas otras funciones muy interesantes que estos poseen… Los motociclistas que poseen uno seguramente me entienden…

Respetemos las normas de tránsito y seamos prudentes SIEMPRE..., por nosotros y por los que nos quieren... Recuerden que la manera de conducir nuestras motos es un reflejo de quienes somos, o de quienes pretendemos ser… Mi nombre es Quimey Juan Félix Orozco y solo soy un motociclista mas del montón…, igual a muchos de ustedes.

Me despido dejando como siempre un abrazo y un deseo…

Buena vida…, buena ruta…!

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