Seguramente todos se habrán dado cuenta que un exceso de
velocidad nos lo pone más difícil a la hora de controlar la moto en una
situación límite.
Me explico, por ejemplo: ante una frenada de emergencia la
distancia de detención se eleva enormemente a mayor velocidad. Tanto es así que
a
Si a esto sumamos las consecuencias que tiene el exceso de
velocidad en nuestro campo de visión, el resultado es alarmante. A medida que
se aumenta la velocidad se reduce el campo de visión periférico: es lo que
todos seguramente conocen como “El efecto túnel”.
Cuando montamos en moto paseando hasta los 65 km/h distinguimos con
claridad la gran mayoría de objetos y detalles del entorno. En cambio, circular
a más de 140 km/h
reduce enormemente el ángulo de visión, que pasa de 105º a 45º. Con un ángulo
de visión tan reducido las posibilidades de no reaccionar a tiempo ante una
situación de riesgo son muy altas. ¿No les parece?
Dejando de lado el riesgo que implica el tomar esas
velocidades quiero destacar ese particular efecto óptico y de percepción que
seguramente los dueños de motos de mediana y alta cilindrada estén más
habituados a sentir y percibir…
Justamente el tema de esta publicación es ese famoso efecto,
“El efecto túnel”
Quisiera que todos los que alguna vez han vivido este tan
particular efecto lo cuenten en los comentarios de esta publicación…
Acá en la universidad, lugar en donde trabajo, con un grupo
de amigos tratamos de determinar las bases de este “efecto túnel” en cuanto a
la conducción propiamente dicha… A continuación les voy a
dejar una imagen, la cual tiene una cruz justo en el medio… Lo que ocurre
básicamente cuando fijamos la vista en ese punto, en la cruz negra,
transcurridos unos 50 segundos la nebulosa que lo rodea parece desaparecer. La
ilusión óptica es aún más poderosa si no hay grandes contrastes, y cuanto más
lejos nos situamos del punto en el que nos fijamos, mayor es el efecto visual…
Casi lo que sucede cuando vamos en una ruta sin curvas y a mucha velocidad…,
fijamos nuestra visión en un punto de la ruta y lo de alrededor parece
esfumarse causando este “efecto túnel” tan particular…
Les cuento que con mis compañeros de laboratorio llegamos a
la conclusión de que nuestras neuronas necesitan un estímulo constante para no
ignorar lo que tenemos alrededor, de modo que nuestros ojos necesitan “moverse”
para captar mejor toda la información visual que nos llega a través de las retinas,
si bloqueamos este movimiento y fijamos la vista en un punto, observaremos el
famoso efecto de la publicación… ¿Qué loco, no? Jajaja…!!!
Me despido por ahora dejando como siempre un abrazo y un
deseo…
Buena vida…, buena ruta…!
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