En esta publicación les quiero hablar de la POTENCIA de nuestras
motos, y resaltar que una moto debe tener una potencia mínima razonable para
afrontar diferentes circunstancias con seguridad (por ejemplo afrontar una
incorporación, arrancar en un cruce, o realizar un adelantamiento, entre otras
cosas). Tener una moto con poca potencia, y por tanto poca aceleración, puede
ponernos las cosas más difíciles.
Creo que el mejor ejemplo es el de un adelantamiento en una ruta
de doble mano: el espacio disponible para adelantar es limitado, y hay que
invadir el carril del sentido contrario, así que hay que tener potencia
suficiente para poder alcanzar la velocidad necesaria rápidamente, y terminar
rápido el adelantamiento, antes de que aparezca otro vehículo de la mano
contraria.
Estoy hablando de aceleración y no de velocidad, pues no es
lo mismo, aunque ciertamente ambas están relacionadas con la potencia y el par
del motor, y en ambos casos a mayor potencia y par, más aceleración tendremos
(o sea, que alcanzaremos la velocidad deseada en menos segundos) y más
velocidad alcanzará la moto. Lo más útil en la conducción normal del día a día
es la aceleración, no tanto la velocidad máxima que alcance la moto.
No quiero entrar en cuestiones teóricas, solo diré que la
potencia es la cantidad de caballos de fuerza o de vapor (CV) que tiene el
motor de nuestra moto.
Junto con el concepto de potencia, conviene recordar que es
igualmente importante el par motor (Nm), que es la fuerza que desarrolla el
motor. El par motor en la práctica lo notaremos sobre todo si vamos a ir con la
moto muy cargados, con alforjas y de contra al viento o tenemos que subir una
pendiente. En general una cifra alta nos ayudará a no tener que bajar varias
marchas en la caja de cambios, y a tener recuperaciones más rápidas.
Un amigo de esta red social me ha pedido algún consejo para
comprar una moto… Creo que cuando vayamos a comprar una moto debemos pararnos a
pensar, de manera racional, en cuánta potencia es razonable. No debemos
guiarnos solo por el precio, ni por la versión de oferta, pues si se queda
corto de potencia nos arrepentiremos. En ocasiones subir a un motor algo más
potente no es tan difícil ni caro como parece. Conviene ver y comparar las
diferentes opciones y pensar que una moto es una inversión para un plazo
bastante largo.
Quienes sean muy apasionados de la conducción lo más probable
es que defiendan elegir una moto con cuantos más caballos de fuerza mejor.
Desde luego que las sensaciones y el placer de conducción serán tanto más
notables, pero como hay que llegar al final a un equilibrio entre el precio que
podemos pagar, y lo que nos ofrece dicha moto, hay que pensar en algo razonable…
¿No les parece?
Para un uso normal, por todo tipo de rutas, sin pretender
hacer conducción deportiva, personalmente creo que una moto debería tener una potencia tal que
su aceleración de 0 a
100 km/h
esté entre 6 y 9 segundos. No será una moto muy rápida, pero en general en ese
rango tenemos motos que se pueden defender con cierta soltura. Por encima de 12
segundos iremos a motos que pueden quedarse muy justas de prestaciones en
ciertas situaciones, sobre todo para hacer viajes por rutas y autopista, cuando
vamos cargados y con viento en contra.
Con una aceleración de 0 a 100 km/h entre 5 y 8 segundos empezamos a tener
un toque ligeramente deportivo en la moto. Ya se nota más agilidad y energía,
sin ser prestaciones de infarto. Aceleraciones aún más rápidas, en menos de 5
segundos, no son necesarias, sino que entran ya en lo pasional y extremo ya de
las pistas. Por debajo de 5 segundos tenemos deportivas serias, y por debajo de
4 segundos superdeportivas… de esas que solo van derecho sin doblar en una
pista y utilizan otro tipo de naftas… Quizás en otra publicación hable de
ellas.
Un defecto de potencia (un exceso por demasiado poca) es
contraproducente, también lo es un exceso de potencia (por demasiada), y es
peligrosa, si no se tiene cuidado al utilizarla, y no se hace con
responsabilidad…
Seamos prudentes en ruta… Seamos solidarios…, en definitiva:
Seamos verdaderos motociclistas.
Buena vida…, buena ruta…!
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