RIDEYE

Todos hemos oído hablar de las cajas negras de los aviones… ¿No?...,

digo, al menos alguna vez…

Pues bien, estas cajas son dispositivos electrónicos generalmente de color naranja situados en la cabina capaz de registrar con precisión que pasó antes de un accidente. Puesto que la mayoría de las veces los motociclistas solemos montar en ruta solos, el saber cómo se produjo un incidente es bastante importante…, y nos puede ayudar bastante… ¿No les parece? Pero… ¿Qué tendrá que ver con las cajas negras de los aviones? Jajaja…! Ya les explico…

Mi nombre es Quimey Juan Félix Orozco y simplemente soy un motociclista más del montón… Esta publicación es para mostrarles algo que seguro les puede interesar… Y es que a mi verdaderamente me llamó la atención… Es la “RIDEYE”

Tan solo apretando un botón la cámara comienza a grabar en alta definición (720p) de forma automática. Utiliza baterías de lítio capaces de durar hasta 24 horas. Las grabaciones realizadas por la cámara pasan directamente a la memoria interna de 8GB diseñada por Panasonic, que pueda albergar 5 horas de video. Las ópticas de la cámara tienen un ángulo de visión de 120º grados, más que suficiente para cubrir un amplio campo de visión…

Hasta aquí, parece que Rideye es simplemente una cámara para motos o bicicletas pero es el proceso de fabricación lo que la convierte en una caja negra a pequeña escala. Todo el dispositivo está integrado en una caja de aluminio aleado con un anodizado extremadamente duro diseñado para aviones. Los cortes que realiza el láser son recubiertos en su interior por una resina de policarbonato que sella la cámara y la protege de agua o polvo.

En caso de accidente, el dispositivo detiene y guarda automáticamente la grabación. En el interior de la caja negra, un sistema de acelerómetros de tres ejes mide los movimientos a velocidades de 1.600 veces por segundo para proteger los archivos tras la colisión.

Se estima un precio aproximado de $150 dólares para los manillares de nuestras amigas de dos ruedas…

Bueno…, no los aburro demasiado en esta ocasión…

Me despido como siempre dejando un abrazo y un deseo…

Buena vida…, buena ruta…!