En esta oportunidad les quiero presentar a una muy querida
amiga mía… Ella me ha acompañado en varios viajes en moto.
Les presento a “La DIANA”, mi primera cámara de fotos…
jajaja.
¿Sabían que la Diana es, quizás, la “toy camera” más usada y
conocida en todo el mundo?.. Su apariencia amigable y divertida, la comodidad
para manipularla, sus especificaciones hacen de ella una opción muy fuerte a
considerar para los fotógrafos que quieran incursionar en la lomografía.
Antes de hablarles de mi camarita les cuento qué son las toy
cameras, ok?
Pues bien, las toy cameras (o, en español, cámaras de
juguete) son cámaras analógicas hechas de plástico, muy económicas y fáciles de
utilizar que tienen ciertas alteraciones en su sistema óptico. Debido a sus
características, las imágenes hechas con estas cámaras usualmente tienen
colores saturados, entradas de luz, viñeteado y
falta de enfoque. Son usadas dentro del movimiento de la lomografía.
Estas cámaras de juguete tienen un lente simple y la mayoría
de las veces solo cuentan con una o muy pocas velocidades de obturación y
aperturas. También, a algunas de ellas les puedes montar flashes y otros
accesorios, como es el caso de la mía, la Diana.
Les cuento un poco la historia de la legendaria Diana (Quizás
alguno de ustedes no la sepa…) Ja…!
Hace un tiempo ya, en la década de los sesenta, una empresa
originaria de Hong Kong, llamada Great Wall Plastics Factory, fabricó una
camarita de 120mm hecha completamente de plástico y se comercializó bajo el
nombre de “Diana”. A pesar de su bajo costo (entre 50 centavos y un dólar
aproximadamente), la Diana fue un fracaso en la época y se dejaron de producir
unos 10 años más tarde.
No obstante, una vez retirada del mercado, su popularidad
creció y se convirtió en un instrumento artístico de culto por los efectos
únicos que causa en las fotografías. Los fotógrafos minimalistas y con ganas de
hacer trabajos atrevidos se veían cautivados por esta cámara gracias a las
posibilidades de crear cosas diferentes y con sello particular. Como resultado,
la pequeña Diana se transformó en una herramienta muy preciada y solicitada a
finales de los setenta.
El interés por este artefacto despertó la idea de traer a
Diana de vuelta a la vida y, posteriormente, en 2007 la organización Lomography
dio origen a la gran Diana F+, una versión nueva y mejorada de esta toy camera
clásica que conserva las propiedades del diseño original: el lente que origina
las fotografías coloridas y un poco desenfocadas, el cuerpo de plástico y su
sencillo disparador. Aunque la nueva edición tenga uno que otro detallito
agregado, los fabricantes mantuvieron la esencia de la tradicional, así la
experiencia para los usuarios es la misma.
Dejo a continuación las tan queridas “especificaciones”
Jajaja
·
Esta cámara está hecha completamente de
plástico, lo que la hace bastante liviana. Tradicionalmente es de color negro
con una franja azul en la parte superior. Sin embargo, hay ediciones especiales
y posibilidades de ordenar una con colores diferentes o con estampados y
diseños particulares.
·
Formato de película utilizado: 120mm
·
Dimensiones de la cámara: 12,5 cm x 9,5 cm x 7,6
cm
·
Distancia focal: 75mm
·
Distancia de enfoque: 1m – infinito
·
Velocidades de obturación: cuenta con una
velocidad única de 1/60 (N) para el día y modo bulb (B) para tiempos de
exposición ilimitados en la noche o en interiores.
·
Aperturas disponibles: f/8 (nublado), f/11
(parcialmente soleado) y f/16 (soleado). También cuenta con un modo pinhole
(que puedes utilizar desmontando el lente y trabajando con la mínima apertura
f/150)
·
Entrada para flash (Diana flash plug)
·
Entrada para trípode
·
Visor de óptica directa
·
Formatos de imagen: 12 disparos (5,2 – 5,2 cm),
16 disparos (4,2 – 4,2 cm)
·
Función endless panorama: con esta configuración
puedes utilizar el formato más pequeño (4,2 – 4,2 cm) para hacer una secuencia
de fotogramas y crear una fotografía panorámica sin fin.
·
Bloqueo de disparador: esta herramienta te
permite mantener presionado el disparador para que no tengas que hacerlo tú en
las fotografías con larga exposición. Así, con ayuda de tu trípode, lograrás
imágenes sin movimientos indeseados y con comodidad.
·
La película avanza manualmente; es decir, tú
mismo debes pasarla para capturar la siguiente foto guiándote por la ventanita
de tu cámara que indica qué número de fotografía es. Esto te abre las puertas a
la doble exposición. Para lograrlo tienes que hacer dos imágenes en el mismo
fotograma. Lo único que debes hacer es realizar tu primera toma y luego, en vez
de pasar la película, capturas la segunda. Ya quedará de tu parte si quieres
crear una triple o atreverte a intentar cosas más arriesgadas. 🙂
Igualmente, tienen la opción de
avanzar mucho o poco después de cada toma. Así no solo pueden crear imágenes
con exposición múltiple sino con exposición media y esto nos permite inventar
muchas locuras más. ¡Es un mundo enorme de posibilidades!
La cámara se puede adquirir con o sin flash. Asimismo, ya
que está permitido remover el lente estándar, se puede reemplazar por un gran
angular o teleobjetivo.
Probablemente, y es mi humilde opinión, no hay una toy
camera más clásica que esta: simple, bonita y fácil de usar.
Estas cámaras están hechas para aquellos que se atrevan a
aprovechar las fallas y la “baja calidad” para transformarlas en expresiones
artísticas completamente únicas. Recordemos: ¡en la lomografía no hay reglas!
Tomen en cuenta que si están buscando nitidez absoluta, deberían
pensar en algo alejado del mundo de las cámaras de juguete, pues la principal
característica son los defectos de fábrica que generan las famosas “imperfecciones”
en las fotos. Si no quieren filtraciones de luz, viñetas o desenfoque en tus
trabajos, considera otras cámaras para empezar en la fotografía analógica.
Para finalizar…
La Diana F+ es una de las cámaras más conocidas
internacionalmente dentro de la comunidad lomográfica. Los tiempos cambian y
ella permanece, incluso sigue creciendo. Esta pequeña compañera puede ser tu
mejor aliada si te gustaría hacer fotografías “vintage”. Por ser una toy
camera, las imágenes resultantes de ella estarán cargadas de personalidad,
acompañadas por la magia de lo analógico.
Atrévanse a experimentar y a examinar cómo las “imperfecciones”
pueden servirnos para presentar fotos cautivadoras y especiales. Una vez que la
hayas probado, ¡te enamorarás al instante! Yo me enamoré de ella apenas la vi…
tan simple como suena y tan complicado como es…
Me despido como siempre dejando un abrazo y un deseo…
Buena vida, buena ruta.
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