viernes, 21 de julio de 2017

Ayudemos todos...


Son miles las personas que necesitan de nuestra ayuda…, es más, creo que todos conocemos a alguien necesitado, con hambre quizás, con frío…
que está pidiendo en la calle; porque como motociclistas observamos todo a nuestro alrededor y estamos atentos a ello… ¿No es así?

Pues bien, personalmente estoy convencido que ayudar es todo un arte, como cultivar el intelecto y la imaginación para poder pintar o escribir obras que sean capaces de dar al que las ve o las lee grandes momentos.

Esta es la verdadera realidad de la ayuda, solo podemos DAR aquello que nos es posible, y el otro solo debe estar dispuesto a RECIBIR lo que tengo para dar. Un error muy frecuente es cuando queremos dar lo que no tenemos y el otro desea recibir lo que no necesita. El dar y el tomar tiene sus límites y el arte de ayudar consiste en reconocerlos y sostenerse en ellos. ¿No les parece?

Los que me conocen saben que trabajo en la UNQ y diariamente de ida y vuelta al trabajo suelo ver personas que necesitan ayuda, en este caso en particular (el del video), es un señor mayor que pide monedas entre el transito en la intersección de las calles Av. Lamadrid y Av. Vicente López (metros más metros menos).

Una vez alguien me dijo que solo debemos dar lo que podemos dar, mas esperamos y tomamos aquello que necesitamos, no más que eso. Esta forma de ayuda es, creo yo, la más humilde y renunciamos así a toda exigencia.

Creo que debemos recordar que para ayudar a otros, sólo debemos someternos a las circunstancias y actuar hasta donde éstas nos lo permitan. De lo contrario estaremos interfiriendo en el destino del otro, renunciando a que éste pueda ver la resolución de su situación.

Algo que se nos debería venir a la mente siempre es que sólo podemos prestar ayuda como adultos y lo podemos hacer hacia otro adulto. Si quien ayuda se coloca en la posición de padre eterno, se pierde la línea invisible de la ayuda. Lo importante es que cada uno debe ser responsable de su vida…
Bueno amigos de esta red social, solo quería mostrar con esta simple publicación que todos podemos y somos capaces de ayudar a alguien. Como VERDADEROS MOTOCICLISTAS estamos realmente obligados a ayudar a cuanta persona lo necesite… Porque así somos, y porque así hemos de ser siempre…

Me despido dejando, como siempre, un abrazo y un deseo…

Buena vida…, buena ruta.

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