lunes, 25 de marzo de 2013

Introducción a la conducción de motos (1º)


Mi nombre es Quimey Juan Félix Orozco, los que me conocen saben que solo soy un simple Motociclista de Pueblos Originarios...

En esta entrega de post voy a comenzar el escrito de un libro...o algo similar... Obviamente con ayuda de muchos sitios de internet de referencias...Ya que existen muchas variables en la conducción de una. Por una parte, cada moto tiene sus características propias, empezando por el motor. Los hay que dan la máxima potencia a muy altas revoluciones, y suelen flaquear en los regímenes bajos, y viceversa. Otros son muy elásticos y tienen un equilibrio razonable de potencia, en un rango amplio de vueltas de cigüeñal, sacrificando los extremos. Los desarrollos están ajustados en función de la manera que tiene el motor de entregar la potencia, Esta misma variedad la encontramos en chasis, suspensiones, lanzamiento del eje delantero, frenos, etc. Es obvio, pues, que cada moto hay que conducirla en función de sus propias peculiaridades, que hay que conocer muy bien.

Por otro lado, cada motociclista tiene sus gustos y cualidades. La psicología es muy importante. La persona debe de conocerse a si misma para saber lo que puede dar de sí, en función de la moto que conduce.
En definitiva, el motociclista forma con su máquina una unidad que tiene unas peculiaridades bien definidas, que no se pueden extrapolar o generalizar.

Yo pienso que los principales obstáculos para cualquier tipo de aprendizaje son el miedo, la prepotencia, las ideas preconcebidas y la impaciencia. Despojarse de esos lastres no es fácil. Se requiere una actitud permanente de alerta y trabajo interior, para poder superarlos.
También creo que el miedo es la consecuencia del desconocimiento de la técnica. Se alimenta de la inseguridad en uno mismo y va desapareciendo, conforme el piloto profundiza en las leyes por las que se rige su moto, las entiende y aprende a actuar sobre ellas, consiguiendo un pilotaje seguro.
En cuanto a la prepotencia, no es nada nuevo. Una actitud humilde siempre nos acerca al conocimiento...!
Las ideas preconcebidas o prejuicios, son como sólidos muros que no dejan pasar ni un solo concepto que vaya contra ellas. Es rechazado sin dar la oportunidad de ser siquiera analizado o probado. Es lo que cargamos sobre nuestras espaldas los veteranos. Si para colmo la idea preconcebida es falsa, el daño es muy grave. Seguirá condicionando errores en nuestro pilotaje, y nos impedirá seguir progresando. Cuando se asimila un defecto en la conducción de la moto, se arrastra a lo largo de toda la vida y nos impide saber por qué no nos sale bien esto o aquello. Es por esto por lo que a los veteranos nos conviene también, de vez en cuando, repasar los conceptos básicos de la conducción de una moto. Las ideas nuevas hay que meditarlas y probarlas. Solo después de esto, estaremos en condiciones de aceptarlas o rechazarlas para nuestro pilotaje.

La impaciencia es madre de la precipitación y, por tanto, del error. También es la fuente del desánimo y causa muchos abandonos en el camino del aprendizaje. Llegar a conducir bien una moto es algo que se tarda meses e incluso años. El motociclista principiante debe de asimilar la idea de que, una vez aprendidos los conceptos básicos, asimilarlos para ponerlos en práctica sin que requieran una atención especial, necesita de mucho tiempo. Es más, el camino de la perfección no tiene límite. Hasta los más veteranos sentimos todo lo que nos queda por aprender pese a los años que llevamos encima de una moto y eso es lo bonito de este deporte. Debemos de dejarnos acompañar por una actitud permanente de superación a lo largo de toda nuestra vida motociclista.
Mi consejo es que, aquel que quiera realmente aprender a conducir uno moto y no solo manejarla, centre su atención sobre una sola maniobra cada vez y la practique hasta que consiga hacerla de forma automática, antes de pasar a la siguiente. No es bueno diversificar la atención en el aprendizaje de varias cosas al mismo tiempo.

Ningún manual o escrito de internet puede sustituir el buen sentido común del motociclista.

Quiero también advertir al principiante que, la velocidad, es el principal y el más dañino de los peligros del motociclista. El conductor experto sabe que, el deseo de ir rápido, no es acelerar más. A la velocidad se llega con el análisis de lo que tenemos delante y a través de dominio de la técnica de la frenada, del cambio de marcha, de la trazada, de la tumbada y de un uso adecuado del acelerador. Estas maniobras se aprenden y se interiorizan con velocidades moderadas, hasta hacer de ellas algo automático. Conforme la coordinación de nuestras acciones vaya alcanzando la perfección, la velocidad va llegando sin ser llamada de manera explícita... Es entonces el momento en el que, el sentido de responsabilidad, nos hará moderar el acelerar.


Saludos desde Quilmes a todos los que lean esto...y nos vemos en las rutas del ciberespacio...

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