Creo que todos sabemos que los neumáticos se
deterioran, incluso cuando no se les demos uso. Los cambios de temperatura y una mala cobertura en su estacionamiento pueden provocar que las gomas se degraden, cuarteen o cristalicen, a pesar de ser prácticamente imperceptible a nuestro ojo. La aparición de grietas y deformaciones son síntomas de que los neumáticos no están en su estado óptimo y por ellos será necesario reemplazarlos por unos nuevos. También es recomendable comprobar si el deterioro está localizado en un punto o es general de todo el neumático.
Un reventón en mal momento puede poner en riesgo nuestra seguridad, pero peor aún es circular constantemente con un mal agarre. Comprobar las presiones tanto de las gomas antiguas como las nuevas es importante, pues –a no ser que la moto haya estado sobre caballetes– es posible que hayan perdido totalmente su presión y se hayan deformado. La estabilidad, equilibrio y agarre sobre la moto es imprescindible y nos mantiene adheridos a la ruta: unos neumáticos en mal estado eliminan cualquiera de ellos.
Se acerca el verano y los días cada vez son más largos, sí, pero las motos deben de llevar siempre encendida la luz de posición, independientemente del momento del día. Una lamparita fundida es motivo suficiente para cancelar una escapada por la noche, así que comprobemos que todas funcionen correctamente y si no, cambiémoslas. Las LEDs, las intermitentes, la óptica trasera, la de posición (y las traseras especialmente, para ser vistos)… todas deben alumbrar el asfalto y deben de permitir al resto de usuarios identificarte a buena distancia.
Los niveles deben de comprobarse asiduamente pero más aún si nuestra moto ha estado parada mucho tiempo. La viscosidad, color y estado del aceite, por ejemplo, puede comprobarse con la varilla y siempre con la moto detenida y en frío. Es recomendable sustituirlo al menos una vez al año, aunque también depende del número de kilómetros que recorramos. Recordamos que el aceite es el que permite que todos los engranajes del motor transcurran de manera óptima, y las altas temperaturas pueden provocar dilataciones y holguras que obliguen a quemar más de la cuenta.
El líquido de frenos, por su parte, es igualmente importante y también es recomendable cambiarlo cada cierto tiempo. Debemos de comprobar el tacto de la frenada antes de arrancar, para no llevarnos ningún susto, y si el líquido es esponjoso quizá sea buena idea sustituirlo.
Quizás el filtro de aire de nuestra moto esté lleno de polvo y suciedad. Limpiarlo y desinfectarlo es realmente sencillo y permitirá que el motor de nuestra moto respire sin dificultad. Normalmente el filtro de aceite se cambia con más regularidad, dejando de prestar atención al de aire o al de la nafta, los cuales influyen directamente en la vida útil de la moto. Si las impurezas, polvo o suciedad entran en el motor, el rendimiento baja y el consumo aumenta considerablemente.
Limpiar, lavar y obviamente secar con cuidado la moto es muy importante, al igual que su posterior engrasado de cada una de las piezas. Este proceso evita que la tornillería y elementos de transmisión se desgastes de forma prematura. Una buena idea es que tengamos siempre a mano una completa caja de herramientas disponible para realizar estos apaños y así también se nos hará más amena la labor de mantenimiento habitual. Utilicemos spray de grasa “3-en-1” o un aceite multiusos en manetas, cables, soportes, bieletas y cadena; y presta atención a otros puntos específicos como los casquillos de basculante.
estoy mas que seguro que una moto bien mantenida es una moto segura, así que aprovechemos que se acerca el verano para realizar una correcta puesta a punto que nos permita disfrutar nuestra pasión con todas las garantías de seguridad.
De nosotros depende...
¿Ustedes que opinan?
Mi nombre es Quimey Juan Félix Orozco
Me despido dejando un abrazo y un deseo...
Buena vida, buena ruta.
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